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ENRIQUE SANTOS DISCEPOLO...GUALTIERI Y OSTUNI
. Y TODAVIA LA ESPERANZA escribe Ricardo Ostuni
Página Web: Recomendamos ver: Academia Del Tango De La RO del Uruguay
Ricardo Ostuni (1937) poeta, escritor, ensayista. Académico de Número de las Academias
de Historia de Buenos Aires y Porteña del Lunfardo. Entre sus libros publicados cabe
mencionar los poemarios Las esquinas de la noche (Mención de honor del Fondo Nacional
de las Artes), Pájaros que mueren en la primera luna ; Manchas de tiempo; Punto y
revoleada (lunfardesco) y los ensayos Presencia de la poesía culta en las letras del tango,
Borges y el tango, Emilio Bécher en la obra de Bertrand Russell Repatriación de Gardel, La
inmigración italiana y su influencia en el tango etc.
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He de confesar la absoluta falta de originalidad en el título de esta nota.
Lo tomé literalmente de la obra de Daniel Dei que tuve el privilegio de
presentar en 1995. Tampoco es inédito el contenido de estas reflexiones
que emparientan a Enrique Santos Discépolo con Cesar Vallejo. De alguna
manera estaban preanunciadas en aquella presentación y cifradas en un
pequeño ensayo que titulé "Presencia de la poesía culta en las letras del
tango". Sin embargo, sobre Discépolo siempre queda algo más por decir.
¿Quién es Enrique Santos Discépolo? ¿Qué representa? ¿Cuál es su
significación e importancia dentro de la poesía del tango?
Estas preguntas –en esencia, las mismas que César Miró se hiciera sobre
de César Vallejo en el prólogo a sus Poesías Completas Editorial Losada
1949- son de necesaria y constante reformulación, porque la vida y la obra
de Discépolo permanecen aún inexploradas en muchas de sus facetas no
obstante los muchos y buenos trabajos que se han escrito en los últimos
años.
Más de una vez he vacilado para ubicarlo dentro del universo tanguero.
Discépolo no es un poeta que pregona ecos de Darío como Celedonio
Flores, ni cohabita con la musa arrabalera de Pascual Contursi; no repite
los pequeños dramas realistas de Carriego ni merodea el ultraísmo
borgeano como Manzi; tampoco transita los caminos del simbolismo como
el otro Homero, ni es un habitante de la calle, la noche y la nostalgia de
Buenos Aires como Cadícamo. ¿Dónde ubicar, entonces, a Enrique Santos
Discépolo?
El recurso más usual, es el de endilgarle fama de filósofo, según el cuño
original de Dante A. Linyera (Francisco Bautista Rímoli) : Discépolo es el
filósofo del tango; así suele decirse de modo recurrente sin saber, con
demasiada certeza, que se quiere decir, pero intuyendo que la suya ,es una
obra distinta; que su voz ,es otra voz; que su mensaje tiene algo de dolorosa
y original trascendencia que sacude el espíritu e incita al pensamiento.
No tengo dudas de que Discépolo fue mucho más que un letrista. Sus letras
gritan en voz alta lo que otros piensan en silencio. Anticipándose en muchas
décadas a Ernesto Sábato, concibió que la vida del mundo hay que tomarla
como la tarea propia y salir a defenderla, porque esa es nuestra misión en la
tierra.
Ninguna definición convencional le es suficiente. Fue, de alguna manera, un
fugitivo de la locura del mundo, un ser destinado a la incomprensión y a la
tristeza que, en su desesperado intento por huir, inventó el vértice redondo –
como dijo Julián Centeya- y se colgó la angustía en la solapa como si fuera
una flor para ir perfumando su destino.
No es cierto que fuera un apocalíptico. Desmiento a quienes así lo pregonan.
A la inversa, era un ser lleno de gloriosa esperanza, un habitante del
ensueño y de la fantasía de un mundo mejor. No otra cosa es el grotesco
genial de Cambalache cuya actualidad nos conmociona porque aún
seguimos transitando por un mundo carnavalesco, contradictorio y sin
valores, un estado de compulsión repetitiva que aqueja a un país, que desde
hace mucho tiempo, repite siempre la misma mueca.
Idéntica vigencia –la misma dramática vigencia- tienen los versos de su
monólogo con Dios que titulara ¿Qué sapa, Señor? Mientras la paz del
mundo se derrumba tras dos monumentales torres y nuestra Argentina
sucumbe bajo el yugo de la deuda, el peculado y la injusticia, Discépolo grita
su profética canción:
..y en medio del caos
que horroriza y espanta
la paz está en yanta
y el peso ha bajao
En el comentario a sus tangos -nota aparecida en el diario La Nación el 13
de julio de 1931- Discépolo decía con mordaz amargura: Cuando el hombre
ve desmoronarse la sabiduría de los siglos ante la renovada inquietud de
la humanidad, pregunta si hay que ir al colegio o habrá que cerrarlos para
mejorar.
Pero no debemos confundirnos: Enrique no hizo de su obra una certeza
autobiográfica como lo cree Julio Mafud. Alguna vez escribió, quizás
recordando al poeta Alfred Housman: No he vivido las letras de todas mis
canciones, pero las he sentido a todas. Me he metido en la piel de los otros
y las he sentido en la sangre y en la carne... (Te duele como propia la cicatriz
ajena, escribió Manzi en su tango Discepolín). Es decir que vivió como
propio el dolor de los otros, provocado por la catadura de un siglo que dio
vuelta todos los valores como quien da vuelta las entretelas de un traje:
El que no llora no mama
Y el que no afana es un gil.
Julián Centeya nos dejó este recuerdo: Para mi, Enrique no era un hombre,
era un país. Y había que andarlo...con todo el coraje que hay poner en el
miedo. Y eso es lo que procuro hacer en estas líneas: recorrerlo, meditada
y profundamente, con ese reclamado coraje, en minucioso periplo –palmo a
palmo- hasta descubrir, que su vida era un destino y su obra un designio.
Discépolo, en su litigio con el mundo, fue un predicador de las esencias
del hombre, tal vez un Cristo prohibido sacrificado en los maderos de este
tiempo. Dice bien Sergio Pujol: Discépolo adquirió el aura de verdadero
profeta nacional, muy por encima de los demás letristas, después de su
muerte en 1951...pero él, que había expresado la rabia y el escepticismo del
argentino medio, no podía despegarse de sus últimos años de adulación
peronista. Fatal paradoja.
Pienso que Discépolo tenía como destino sentir el dolor del otro
colocándose por encima de la fatalidad de la historia y en cambio, lo
hicieron descender a la diatriba política disfrazada con el pintoresquismo
de su charla impar. Por eso su obra, por muchos años, soportó el
cuestionamiento, la censura y el epíteto del derrotismo y la frustración.
Quienes quieren ver en Enrique un hombre político, un militante de ideales
pedestres, se equivocan tanto, como quienes ver en él a un predicador de
desconsuelos y fracasos.
Enrique Santos Discépolo muy lejos de ser el creador de una versión
infausta de la vida nacional y cotidiana, pintando personajes trágicos en el
desencanto del vivir, fue un torrente de esperanzas que clamaba contra las
caricaturas y el fariseísmo de la existencia. En otras palabras, como dice
Daniel Dei, Discépolo es un filósofo de la esperanza.
En la historia de la poesía hay un antecedente que incita a la comparación:
César Vallejo, el gran poeta peruano. Vallejo había llegado hasta nosotros
para gemir, había venido para gemir, aunque callaba tercamente su corazón
ilusorio dijo en inefable síntesis el poeta español Leopoldo Panero. Lo
mismo pudo haber escrito pensando en nuestro Enrique.
La poesía de Vallejo y las letras de Discépolo, están incesantemente
estremecidas por la conciencia de la destrucción, apunta con sagacidad la
escritora italiana Meri Franco-Lao. Idéntico conflicto existencial se vislumbra
en ambos escritores: la desesperanza como emblema de la ilusión; la fe que
se niega pero que a su pesar crea un creer; la recurrencia a la muerte como
incitación a la vida. Dos cara de una sola moneda, dos rostros de un mismo
Jano escéptico y esperanzado a la vez.
Centeya hurgó en esas honduras: Enrique se odiaba...vale decir se amaba.
Dentro de si mismo se había perdido porque era su forma de encontrarse.
Paradojas de las que sólo son capaces los seres excepcionalmente
sensibles y que Daniel Dei sintetizó de modo admirable: Discépolo, a la
manera de los grandes profetas del Antiguo Testamento, no denunciaba la
inversión de valores para alentar el caos...en su obra está siempre presente
el llamado al reencuentro del camino perdido.
Sábato alienta similares preocupaciones: Yo oscilo entre la desesperación
y la esperanza que es la que siempre prevalece, porque si no la humanidad
habría desaparecido casi desde el comienzo... En estos tiempos de
triunfalismos falsos, la verdadera resistencia es la que combate por valores
que se consideran perdidos.
Discépolo, a un mismo tiempo, desesperaba y se embriagaba de fe.
Imprecaba y creía. Todo grito de dolor y de rabia, alienta una esperanza de
redención. Sólo el silencio es aceptación de la condena.
Esta contradictoria y sublime actitud cabe en el ejemplo de estos versos
sustraídos de sus interminables monólogos con Dios: ¿Cuál es el bien del
que lucha en nombre tuyo / limpio, puro, para qué? Y tras el reproche, el
atisbo de luz: Enséñame una flor que haya nacido / del esfuerzo de seguirte,
Dios
Vallejo blasfemaba de igual modo frente a la idea de ese Dios hecho a la
medida y conveniencia burguesas: Dios mío, si tu hubieras sido hombre, hoy
supieras ser Dios. Pero también sabía que en Dios está la esperanza y por
eso escribió: donde no hay un Padrenuestro, el Amor es un Cristo pecador.
Hasta la aparición de Discépolo, las letras de los tangos no contenían la
presencia de Dios con tanta insistencia y con tanto patetismo. Enrique
llega a imaginar en su obra un diálogo casi obsesivo con Dios y desde esa
posición lo interroga por un mundo que no entiende. Ese pensamiento se
reitera en todo su discurso pero, a la manera de Almafuerte, busca siempre
la luz aún en el fondo de todas las viles vilezas humanas.
Ignoro cuáles han sido las lecturas juveniles de Enrique, pero me aventuro
a pensar que en muchas noches de su insomnio – cuando apoliyaba con un
ojo abierto para que no le afanasen la esperanza como dijo Centeya- debió
de leer a Vallejo. ¿Cuál de los dos hubo de escribir esta dolorosa confesión:
Para expresar mi vida no poseo otra cosa que mi muerte ?
Singular paralelismo tienen también sus vidas. Enrique, como César, tuvo
una infancia de palos y maderas tras el severo tutelaje de una tías. César en
Huamachuco; Enrique en Buenos Aires. Desde la niñez sin padres, los dos
se asomaron a la soledad y a la pobreza.¿A quién corresponde este retrato?
¿A Enrique? ¿A César?
Lo imagino,
piénsolo venir tirando el sobretodo oscuro
flaco, la dolorida máscara, aburrido,
cortando las botellas, hostias, luces.
colgadas de los hombros las nalgas de la noche.
Harto.
Ese es Vallejo. Ese es Enrique. Emilio Ucar, cuando tejió la trama de este
poema para César, seguramente no pensó en Discépolo. Pero él esta ahí, a
lo ancho y a lo largo de esa soledad.
Los dos fueron una desdicha guardada entre el primero y el último de sus
días. Fueron el hombre que huye de las cotidianas miserias del mundo y
apostrofa y clama y vocifera, porque todavía guarda una esperanza. En el
contexto de este análisis, Discépolo se nos revela, no como un poeta de
habituales recurrencias tangueras, sino como una voz abrumada por la
evidencia del mal y de la injusticia. Sus letras no son el mero enunciado
de las historias que narra. Hay en ellas una perdurable búsqueda de
restauración del mundo y del hombre. Mas no hay fatalismo, no hay
desesperanza como engañosamente podrían sugerirlo muchos de sus
aullidos y blasfemias. Tampoco las hay en Vallejo que en medio de sus
muchas imprecaciones, confesó diáfanamente: Siento a Dios que camina tan
en mi, con la tarde y con el mar.
Acudo otra vez a Centeya: Discépolo soñaba con un dios transportable
para llevarlo en el bolsillo. Un Dios que no tuviera cara de vendedor de
títulos de La Continental. Un dios que no saliera a pedirse a si mismo una
noche...Sospecho, siempre lo sospeché, que aquel Dios que reclamara, de
habérsele presentado, sería aquel de quien César Vallejo cuenta: yo nací un
día en que Dios estuvo enfermo. Julián había advertido, premonitoriamente,
el paralelo entre estos dos hombres.
Vallejo hubo de escribir entre sus mejores líneas:
Hay golpes en la vida tan fuertes...Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos
La resaca de todo lo sufrido
Se empozara en el alma.
Todo esta alegre menos mi alegría.
Olvido por mis lágrimas, mis ojos.
Por eso al referirme a esta agonía
Aléjome de mi gritando fuerte.
Discépolo gritó todo eso con la maravillosa síntesis de un verso:
Soy una canción desesperada.
En la letra del tango Desencanto se presiente la inconfundible voz de Vallejo:
Qué desencanto tan hondo
Qué desconsuelo brutal
Qué ganas de echarse en el suelo
Y ponerse a llorar
Vallejo como Discépolo quiere también ser el otro, quiere mitigar el dolor del
que sufre, guiar la mano desorientada, filtrar su sangre en la sangre de los
demás. Por eso escribe:
Querría
ayudar a reir al que sonríe
poner un pajarillo al malvado en plena nuca,
cuidar a los enfermos enfadándolos,
comprarle al vendedor
Y quisiera yo ser bueno conmigo
en todo.
Enrique dejó alguna vez esta respuesta:
Mi capacidad de amar es tan amplia que, por fraternidad natural, por sencilla
buena fe, soy de los que quieren, sin discriminar, a la guía telefónica entera.
A los que me saludan, a los que me estafan. ¡ Y cómo no voy a querer a los
que me quieren!
Discépolo sigue siendo una permanente incitación al pensamiento. Su obra
resuena hoy con renovada vigencia, porque su canto es atemporal. Es la
búsqueda infatigable de lo esencial del hombre que es el centro de toda
filosofía y la cuestión primordial de toda la problemática discepoleana. Dei
sostiene que la misma irritación que causó Sócrates en muchos hombres
de su tiempo, la provocó Discépolo en el suyo, donde tampoco faltaron los
Aristófanes dispuestos a ridiculizarlo. Pero ambos, como profetas de la
esperanza, transitaron sus vidas con la resignación del que sabe que anda
un destino.
De las muchas maneras de vivir, Enrique consintió que se le encomendara,
socráticamente, una de las más crueles y azarosas: persuadir a jóvenes
y ancianos que no hay que inquietarse por el cuerpo ni por las riquezas
sino por el alma. Este es el verdadero tema que campea en Que vachaché
su incomprendido tango de 1926, cuyo estreno por Mecha Delgado en
Montevideo, provocara uno de los fracasos más rotundos de los que el
tango guarde memoria.
Un tango sin malevos, sin percantas ni bacanes, sin historias, hecho a
pura reflexión. La letra, que parece una catálogo de claudicaciones y
desesperanzas, nos desnuda frente a nuestra propia realidad:
Te crees que al mundo lo vas a arreglar vos
Si aquí ni Dios rescata lo perdido
que querés vos? Hacé el favor!
Lo que hace falta es empacar mucha moneda
rifar el alma, vender el corazón
porque la razón la tiene el de mas guita
Y luego aquello de
El verdadero amor se ahogo en la sopa
Dame puchero, guardate la decencia
Vale Jesús lo mismo que el ladrón.
¡Qué vachaché! es casi una plegaria, un patético salmo de luz en la
tiniebla. Una forma de resistir, por el absurdo, la propuesta de ese mundo
enloquecido que ya se insinuaba en los albores del siglo XX, cuando
Emilio Bécher –26 años antes que Bertrand Russell- advertía que nos
aproximábamos a una época de agnosticismo y barbarie.
Recuerdo aquellas líneas que Vallejo escribiera hacia 1937, en la plenitud de
su poesía y de su pensamiento:
Y si después de tantas palabras
no sobrevive la palabra
Si después de las alas de los pájaros
no sobrevive el pájaro parado
Mas valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos...
Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena
Entonces... Claro...Entonces...ni palabra
Hay en Discépolo y en Vallejo una conjunción de voces amargas, dolientes y
trágicas y una honda fatiga de vivir.
Este paralelo entre ambos puede trazarse hasta el fin de sus días. Los dos
caben en esta semblanza que César Miró hizo de Vallejo: Esta lleno de
sugerencias, lleno de una honda metafísica. Lleno de humanidad, lleno de
una subconciente poesía. Es amargo por eso, con una amargura que le
viene de su herida; y es mordaz para señalar el sitio en que está clavado ese
cuchillo. Por eso se muere de nada; "de no se sabe qué" se muere de muerte
y de misterio, que hasta esta muerte tiene una obstinada forma propia. Los
médicos –agrega Jorge Mario De Lellis- no pudieron diagnosticar de qué se
moría Vallejo...no se pudo dar nunca con su enfermedad.
Tampoco hay certidumbre sobre la causa de la muerte de Discépolo. Según
el preciso diagnóstico de Ferrer y de Sierra, Enrique se murió de esa
enfermedad que era él mismo...se murió de él. Quizás como Sócrates, se
resignó a beber su propia muerte para no vender el alma ni rifar el corazón.
BIOGRAFIA
Lo esencial del poema no me pertenece, fue escrito por
Vallejo, por Discépolo. Sólo me es debido la osadía de
algún verso menor.
a Horacio Salas
Seguramente llegó para gemir
un dia que Dios estuvo enfermo
grave
y puesto a recordar
vino a la intemperie del miedo y la tristeza
soportando la calle que le dio la suerte
la infancia de palos y maderas
el oscuro sinsabor de féretro
y los dias húmedos de fuego
- si, la vida es el infierno-
Pero siempre hay ganas de volver de amar de no ausentarse
y
flaco y dolorido hasta las uñas
desvestido hasta el hueso el esqueleto
no pocas veces harto
desahuciado de hastío y desconsuelo
(¿no habrá ahora para mi
una piedra en que sentarme?)
se mintió entre esperanzas un destino
Dios, enséñame una flor
nacida del esfuerzo de seguirte
y volverán los niños abortados
a nacer perfectos
Lo dió todo por nada
-burla atroz de la vida que siempre se burla
y es tumba de ensueños-
De resultas se le vino el dia al suelo
vió a los hombres deglutirse el amor ahogado en sopa
y empacar mucha moneda
que al fin y al cabo la panza es reina y el dinero Dios
y no me digan
que uno puede matar perfectamente la iluisión
sin clavarse el dolor
en carne y piel hasta la arteria
hasta que el mismo dolor doble su pico en risa
el dolor nos agarra
hermanos hombres
el dolor joven
el dolor niño, el dolorazo,
el dolor de los demás
jamás hombres humanos
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera
Cuánto dolor que hace reir!
Rector de los capítulos del cielo
volvió a hablar de su esperanza
Pienso y digo lo que pienso.
Señores! Hoy es la primera vez que me doy cuenta de
la presencia de la vida. Mi gozo viene de mi fe en este
hallazgo personal y nadie puede ir en contra de esa
fe. Al que fuera se le caería la lengua se le caerían los
huesos y correría el peligro de recoger otros, ajenos,
para mantenerse de pie ante mis ojos
Y le dieron otra vez
duro con un palo
y duro también con una soga
sermón de incomprensión y de barbarie
la gente que es brutal cuando se ensaña
olvida que también amado sea el hombre que ha caído
el que suda de pena o de vergüenza
el que perdió su sombra en un infierno
¿Quereis mas? encantado.
Políticamente, mi palabra
emite cargos contra mi labio inferior
Se cansó de cinchar sin rumbo ni fe
(más vale en verdad
que se lo coman todo y acabemos)
y en baja voz le reclamó al oráculo aquel recuerdo de su propia muerte
la ñata contra el vidrio viendo secarse los castaños
en un diciembre que ya era enero
Murió de inmensidad y sin diagnóstico
Se le cayó el corazón dijeron los doctores
algún poeta sospecha que murió de esa grave enfermedad
que era él mismo
-al fin y al cabo uno es su propia vida
y su misma muerte-
Sobre el mármol helado está escrito su nombre
aunque leyéndolo bien
no se sabe si se llamaba Enrique
o se llamaba César
caben los dos en indistinto nombre
Discépolo. Según
el preciso diagnóstico de Ferrer y de Sierra, Enrique se murió de esa
enfermedad que era él mismo...se murió de él. Quizás como Sócrates, se
resignó a beber su propia muerte para no vender el alma ni rifar el corazón.
BIOGRAFIA
Lo esencial del poema no me pertenece, fue escrito por
Vallejo, por Discépolo. Sólo me es debido la osadía de
algún verso menor.
a Horacio Salas
Seguramente llegó para gemir
un dia que Dios estuvo enfermo
grave
y puesto a recordar
vino a la intemperie del miedo y la tristeza
soportando la calle que le dio la suerte
la infancia de palos y maderas
el oscuro sinsabor de féretro
y los dias húmedos de fuego
- si, la vida es el infierno-
Pero siempre hay ganas de volver de amar de no ausentarse
y
flaco y dolorido hasta las uñas
desvestido hasta el hueso el esqueleto
no pocas veces harto
desahuciado de hastío y desconsuelo
(¿no habrá ahora para mi
una piedra en que sentarme?)
se mintió entre esperanzas un destino
Dios, enséñame una flor
nacida del esfuerzo de seguirte
y volverán los niños abortados
a nacer perfectos
Lo dió todo por nada
-burla atroz de la vida que siempre se burla
y es tumba de ensueños-
De resultas se le vino el dia al suelo
vió a los hombres deglutirse el amor ahogado en sopa
y empacar mucha moneda
que al fin y al cabo la panza es reina y el dinero Dios
y no me digan
que uno puede matar perfectamente la iluisión
sin clavarse el dolor
en carne y piel hasta la arteria
hasta que el mismo dolor doble su pico en risa
el dolor nos agarra
hermanos hombres
el dolor joven
el dolor niño, el dolorazo,
el dolor de los demás
jamás hombres humanos
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera
Cuánto dolor que hace reir!
Rector de los capítulos del cielo
volvió a hablar de su esperanza
Pienso y digo lo que pienso.
Señores! Hoy es la primera vez que me doy cuenta de
la presencia de la vida. Mi gozo viene de mi fe en este
hallazgo personal y nadie puede ir en contra de esa
fe. Al que fuera se le caería la lengua se le caerían los
huesos y correría el peligro de recoger otros, ajenos,
para mantenerse de pie ante mis ojos
Y le dieron otra vez
duro con un palo
y duro también con una soga
sermón de incomprensión y de barbarie
la gente que es brutal cuando se ensaña
olvida que también amado sea el hombre que ha caído
el que suda de pena o de vergüenza
el que perdió su sombra en un infierno
¿Quereis mas? encantado.
Políticamente, mi palabra
emite cargos contra mi labio inferior
Se cansó de cinchar sin rumbo ni fe
(más vale en verdad
que se lo coman todo y acabemos)
y en baja voz le reclamó al oráculo aquel recuerdo de su propia muerte
la ñata contra el vidrio viendo secarse los castaños
en un diciembre que ya era enero
Murió de inmensidad y sin diagnóstico
Se le cayó el corazón dijeron los doctores
algún poeta sospecha que murió de esa grave enfermedad
que era él mismo
-al fin y al cabo uno es su propia vida
y su misma muerte-
Sobre el mármol helado está escrito su nombre
aunque leyéndolo bien
no se sabe si se llamaba Enrique
o se llamaba César
caben los dos en indistinto nombre
Página Web: Recomendamos ver: Academia Del Tango De La RO del Uruguay
BIOGRAFIA DE ENRIQUE SANTOS DISCEPOLO
Ponemos este breve ensayo sobre la vida y obra de E.S.Discépolo, con
la finalidad de ofrecer una breve síntesis de ambos para que difusores
del tango, docentes, maestros y público en general se asomen a algunas
aspectos, quizás los mas polémicos o controvertidos de este personaje
inmenso de la cultura argentina y pueda entenderlo y transmitirlo con la
mayor comprensión posible.
SU FAMILIA: Enrique nació un 27 de Marzo de 1901, recién entradito el
nuevo siglo.
Su padre se llamó Santo Discépolo, había inmigrado de Italia y
era músico. Fue instrumentista y director sustituto en el Teatro San Martín.
Y en esa condición compuso algunos tangos (Payaso, No
empujes…caramba!, que finalmente no trascendieron.
Su madre se llamó Luisa De Luque.
Esta familia tuvo 5 hijos: Amalia (1884) Amando (1887)
Rodolfo (1891) Otilia Margarita (1899) y Enrique Santos cerraría el núcleo
familiar
SU INFANCIA:
Es un dato clave para entender luego su posición
frente a la vida, que se iba a reflejar en sus obras de teatro y musicales.
Y aún en sus opciones políticas. Dicen los psicólogos que las vicisitudes
de la infancia, nos marcan profundamente en nuestras opciones de vida
posteriores
Veamos cómo la vida lo trató a este infante: A los 5 años (1906) su
subconsciente quedó impactado con el color negro del luto al quedar
huérfano de padre
A los 9 años (1910) sus ojos
llenos de asombro y de preguntas vieron partir en silencio a la madre.
Huérfanos de padre y madre, los hermanos se dividen, Enrique va a casa
de unos tíos tan estrictos que de noche no se puede mover para no hacer
ruido. Recordando (o mas bien queriendo no recordar) este tiempo Enrique
escribirá: "Tuve una infancia triste, no hallé atractivo para jugar a las
bolitas o a cualquiera de los juegos infantiles. Vivía aislado y taciturno. Mi
timidez se volvió miedo y mi tristeza en desventura."
Es cuando para cerrar esta tenebrosa historia de muertes, luto, velas,
entierro, llanto y desolación, Enrique se entera que 5 años antes de nacer él,
su hermana mayor de apenas dos años (1886) fallecía prematuramente.
Es cuando en la escuela primaria Enrique tapa con un paño negro
al globo terráqueo que lleva en su mochila, como queriendo borrar su
desventura…y por que no? haciéndolo responsable dolorosamente de ella.
Acaso en la acidez de ese mundo no reconoceríamos las claves musicales
de Yira Yira, Desencanto, Que Va Cha Che o Infamia?
EL FINAL DE SUS DÍAS: En el año 1951 mientras trabaja en su
película El Hincha y ya ha terminado de componer para la película Mi
Vida por la Tuya, Discépolo recibe dos golpes fuertes: Uno la muerte de
Homero Manzi, su gran amigo y admirado poeta ocurrido 7 meses antes, y
segundo:: la intransigencia de muchos amigos que le reprochan cruelmente
haber dado charlas por radio, exponiendo y explicando el porque de su
adhesión a las políticas de Perón, sin desagregar que Discépolo nunca fue
un cuadro militante del partido justicialista.
Fallece el 23 de diciembre de 1951, sin un diagnóstico preciso de las
causas. Dicen que murió de dolor Había cumplido nada mas que 50 años
de edad. La historia dirá que fue a las 23,50 hs. de ese dia 23…mas esa
misma historia no registrará que, en su viaje a la inmortalidad, Enrique
se encontró a mitad de camino con el mismísimo Jesús, que bajaba para
asumir su papel en el pesebre…que conversaron?…nunca lo sabremos!
EL ENTORNO SOCIAL EN QUE CRECE:
Acunado por los brazos amorosos de Luisa y mecido por el aliento
musical y trabajador del padre, ya al año y medio de vida, se grabarán
en su inconsciente las conmociones sociales que en Septiembre de 1902
desembocan en una gran rebelión obrera que provoca la primera huelga
general. Y la paralización de Buenos Aires. Y la represión violenta del
gobierno del presidente Roca y su ministro Miguel Cané ( si, está en lo
cierto, el de Juvenilia!) que responde con la Ley 4144 de Residencia por la
cual no solo se puede expulsar de país a los dirigentes obreros sino también
aplicar (por primera vez en nuestra historia) la pena de muerte.
Aún vive con sus padres, cuando en 1905 con apenas 4 años, quizás
no haya comprendido del todo los ruidos de la histórica Revolución del
Parque, pero cuya memoria recuperará intacta en las tertulias del café Los
Inmortales.
Pero seguramente sí vió y vivió los sangrientos sucesos del 1ro. de Mayo
de 1909. Desde la vereda habrá observado la manifestación de los 30.000
obreros en Plaza Lorea convocados por la famosa F.O.,R.A., o se habrá
corrido hasta la Plaza Colón
para ver la otra manifestación convocada por la U,.G.T.. Allí su cuerpito
flaco y su tímida alma, su corazón compungido, habrán escuchado la
tenebrosa noticia de la muerte de 8 obreros a manos de un tal coronel
Falcón.
Su sensibilidad lo habrá mantenido en un insomne doloroso e
incomprensible, preguntándose una y otra vez: porqué?...porqué la
muerte?...porqué el asesinato?...de inocentes obreros que reclamaban sólo
un poco mas de pan material y del pan de la dignidad?
Y ese grito que inquiere le acompañará ya por toda la vida.
Y es poco después, en Noviembre de 1909, se entera del atentado y
muerte contra el coronel Falcón a manos de un obrero anarquista (Simon
Radowisky) y oirá a soto vocce, ya en el hogar de sus tíos severos que
lo recogieron hace poco y apenas huérfano, comentarios ácidos a favor
y en contra de ese hecho, como si ocurriera en otro mundo que el de sus
infantiles y dolorosos sueños de su solitaria inocencia.
Ya tenía 9 años de edad y muchos mas de absorber el mundo, cuando será
testigo del Centenario de la Revolución de Mayo. Allí su alma observó y
comprendió la existencia de dos Argentinas, contradictorias y enfrentadas:
la del conventillo y la del oropel, la de los ojos hacia las europas y la de
la protesta social, la Argentina de la abundancia de los satisfechos y la
Argentina de la vergüenza de trabajo de los niños y las mujeres, de la
indigencia y la necesidad, la de la Argentina visible porque la hacen visible
los diarios, las fiestas de la oligarquía, la de la humillación con el imperio
inglés…y la otra, la invisible, la que resiste y presiona…y lucha…Esta
dicotomía lacerará el alma preguntona del imberbe Enrique y se hará
presente muy tempranamente en los versos de Que Va Cha Ché.
Es cuando el gobierno en resguardo de que la protesta social no empañe
los festejos y ante la declaración de la huelga general proclamada por dos
centrales obreras (la FORA y La CORA) para que se mejore la situación de
los presos políticos y la derogación de la Ley 4144 de Residencia, decreta
el estado de sitio, moviliza al ejército que sitia a la ciudad de Buenos Aires
y las hordas "patrióticas" incendian los locales sindicales y la de los diarios
La Protesta, La Batalla y La Vanguardia y sanciona la Ley de Defensa
Social que castiga hasta con la pena de muerte lo que es sencillamente
reclamos sociales.
Enrique , que en 1910 apenas cursa 3er. Grado primario, oirá horrorizado
de labios de su hermano Armando, el relato de la maldad de los hombres
con poder. Esas noticias conmoverán su alma en un reclamo visceral de
justicia y humanidad..! y que lo ha de acompañar hasta el fin de sus días
allá por un todavía lejano 1951, y se expresarán en su obra teatral y en sus
tangos..
Siguiendo con este derrotero del alma de Enrique, lo encontramos a los
11 años de edad en 1912, en que sus oídos han oído hablar de una palabra
casi inteligible: el fraude patriótico. Por eso se sorprenderá cuando la
larga lucha por el sufragio universal y secreto, logra por fin la Ley que
la consagra en tiempos de la presidencia de Roque Saenz Peña, pero
arrancada por las rebeliones civiles de 1903, 1905 y por Alem, Estrada,
Irigoyen…
Pero el alma de Enrique tendrá un momento de alegría en 1916, cuando el
cumple 15 años de vida intensamente cuestionable, cuando sus ojos pueden
recorrer junto al carruaje, el camino de Irigoyen a la presidencia…por
primera vez ve alegría en los rostros curtidos del pueblo.
Pero…para seguir el sino con que Enrique ha recorrido su infancia y su
adolescencia……antes de cumplir los 18 años se enfrentará con lo que
se ha dado en llamar la Semana Trágica de enero de 1919., en que ese
mismo gobierno popular se debate jaqueado, por un lado, por la oligarquía
que enarbola la bandera nacional y crea las Ligas Patrióticas junto a la
Asociación del Trabajo (simples rompehuelgas a sueldos) y por otro, la
creciente demanda de los obreros que cada vez participan menos de las
riquezas que crean con su trabajo, el epicentro van a ser los Talleres
Metalúrgicos de Kriegger-Vasena y la huelga que se declara en diciembre
de 1918.
Lo que ocurre en un mes no se puede detallar en este trabajo, pero es de
señalar que Buenos Aires estuvo tomada por los obreros durante todo ese
tiempo, tiroteos en todos los barrios, cortejos fúnebres de obreros muertos
tiroteados en el cementerio por la policía, obreros que ayer llevaban en
hombros a sus compañeros muertos, son ellos mismos hoy muertos en el
mismo lugar: el cementerio. Queda un saldo de 7.000 entre varios miles de
muertos y varios miles de heridos….
Enrique vive todos esos 31 días con la angustias de sus pocos años, su
corazón ya enflaquecido por tanto dolor, alimentará el mensaje de sus
tangos, Su alma largamente atormentada por todas estas circunstancias
que tienen mas que ver con la soledad, el abandono, la crueldad, la muerte,
la indiferencia, la pobreza que con la alegría, la contención emocional
paterna o familiar, el amor deletéreo teorizado en dogmas …"sufre y se
destroza"… como luego reflejará en el tango UNO.
Cómo pedirle después que su poesía sea un lecho de rosas? Propia de
alguien que nunca sufriera?!
Es en este crisol cincelado por su propia realidad donde hay que buscar y
entender el mensaje de Discépolo.
Es posible que Discépolo adulto olvidara estas vivencias? Claro que no!
Es así como podemos comprender que su mente acosada por estas
tremendas calamidades y decepciones, vuelque luego en sus versos,
la acidez de ese mundo…comprender así que la ponderación que se ha
hecho de alguna de sus obras calificándolo como un Discépolo ácido no es
cierta…es el mundo el que es ácido…solamente él las denuncia….No son
sus versos ácidos, sino la propia realidad de un mundo él sí ácido.
Y para cerrar esta acidez del mundo, Discépolo mirará los ojos llenos de
asombro por el asombro que le causan los fusilamientos de La Patagonia y
los de La Forestal. En Santa Fe.
Cómo pretender que estas realidades viscerales no se reflejen en su
obra? Que de ninguna manera la invalidan sino que la enaltecen…porque
reflejan algunos aspectos fundamentales en la vida de todo hombre:
- lo original de su literatura de la realidad y de los hombres, es que
toda la obra discepoliana no cayó en el panfleto político
- su obra es una tensión vivificante entre los sueños y la realidad
- denuncia a las contradicciones de un mundo injusto desde el mal que
éste produce, si llegar nunca a la impotencia o al escepticismo.
- Sin embargo no renuncia ni a la utopía ni a la redención ("de blanco
al morir / llegará tu esperanza / vestida de novia ante Dios / ..como
soñó " "entonces hecho sangre en los guijarros / moriré Señor / feliz
con vos"
Creí necesario hacer este breve raconto, porque la obra literaria no se
puede saborear del todo, sin conocer al autor y a sus circunstancias.
SU TIMIDEZ: Puede decirse de un hombre que ha trascendido a su
tiempo, que ha sido un hombre tímido? Puiede coexistir el éxito y la
trascendencia, con la timidez. Puede darse sí ese caso…Y Enrique es el
ejemplo vivo. Ya hicimos a sus referencias a la infancia donde define
que su " timidez que se volvió miedo"…..Su obsesión que se trasunta
en muchos de sus tangos es que la gente lo considere gil…y eso es
timidez; que su compañera de toda la vida, haya sido ella la que decidido
mudarse a vivir juntos, tambièn señala y resalta esa timidez….la avidez
con que esperaba el veredicto popular cuando estrenaba un tango, es
timidez….timidez a que el público rechazara su obra, timidez que solo
se iba un poco cuando el público aplaudía y silbaba sus obras, pero que
renacía al tiempo…timidez fue lo que le llevó al desencanto cuando parte
de sus amigos le retiraban la mano al saludar o rompiera sus discos en
plena calle …. Enrique requería mimos de sus amigos, de la sociedad, y
cuando estos dejaron de ofrecérselo…se murió….y eso se llama timidez.
Porque de timidez también se muere.!
E.S.DISCÉPOLO..ÁCIDO ÉL?
Las palabras que él usa en su poesía para describir situaciones humanas y
para calificarlas…seguramente que muerden a los oídos
que las escuchan. Pero esto en un análisis ligero y superficial de su
poesía. En esto se distingue y se separa de los poetas tradicionales que
generalmente tratan de no ofender a los oidos o de adularlos….lo que no
está mal por cierto….Pero tendríamos que acostumbrarnos a la variedad!
Si uno se pregunta si en el mundo hay infamia, y ésta es feroz en sus
consecuencias, y si la infamia ha existido antes de que Discépolo la
usara…¿porqué extrañarnos entonces que la incluya en su poesía?
Discépolo no fue nunca un mediocre insulso…siempre tomó partido ("Los
inmorales nos han igualao")…bueno, entonces, analicémoslo desde esa
perspectiva de conflicto.
Acaso así descubramos que el mundo, o parte de él, globalmente
construyó relaciones sociales de infamia: niños abandonados, comercio
sexual, drogadicciones, violencias, corrupciones económicas-sociales, de
variadísimos tipos…guerras por intereses económicos, etc. etc. acabemos
por admitir que el mundo "fue una porquería"…que es ese mundo el
ácido….y no Discépolo …
Enrique es, solamente, el que lo expone con todo su pus en el canto
de sus tangos…y afortunadamente para nosotros, quedarán ahí para
siempre…para mostrarnos las llagas de una sociedad enferma…y
demostrar que desde el tango se puede cantar bellamente
Todo lo execrable de una sociedad execrable…!
SU ESCOLARIDAD; A este capítulo le adjudico una dimensión especial
para evaluar a Enrique S. Discépolo porque es un elemento fundante de su
sabiduría.
Enrique participó como todos de la escolaridad primaria, Una primera
parte la cursó en el Colegio Ntra. Sra. de Guadalupe, fundado en 1903
y a cargo de sacerdotes alemanes de la orden Verbista, ya fallecido su
padre primero y luego su madre en 1910. Es decir cuando está a cargo
de sus severos tíos por parte de madre. Era el Colegio indicado pensado
por éstos para la imagen de formalidades que habían asumido como
proyecto familiar: colegio recién instalado, sacerdotes alemanes, colegio
disciplinador de menores, garantía de mano dura y esas cosas por el estilo.
Es de destacar que enrique entró directamente a Segundo Grado, quizás
tanto por su edad apropiada para esto (tenía ya 10 años) como por su
inteligencia que le había hecho aprender anticipadamente el aprendizaje del
1er. Grado.
Enrique se mostró como un buen alumno. Uno de sus maestro, el
sacerdote Quirón era amarrete en las notas, la mitad de sus discípulos
apenas alcanzó el calificativo de muy bueno. Enrique estuvo entre ellos.
En ese colegio estuvo dos años (1911 y 1912), es decir concluyó allí su
3er. Grado Primario.,
Entre las materias que aprobó con buenas notas estaba la Historia
Sagrada….debemos veri ahí el germen de su tango Tormenta?...de su
obsesión por la redención? ( Que Va Cha Ché, Secreto, Confesión, Infamia,
Malevaje, Uno, etc.)?
Pero en 1912 su hermano mayor se casa y pasa a tener domicilio
independiente. …Enrique ve ahí la ocasión de escabullirse de la prisión y
vigilancia ideada por sus tíos…y se va a vivir con él… Decisión excluyente
de su camino posterior en la vida.
Por decisión de su hermano Armando, Enrique prosigue sus estudios
primarios en una escuela pública., donde concluye su ciclo primario.
Y aquí ocurre otra circunstancia fundante en la vida de Enrique: ingresa
al primer año del secundario en la Escuela Normal Mariano Acosta, con la
finalidad de alcanzar el título de maestro..
El caso que el año transcurre entrrre rabonas y escapadas a las librerías
donde busca abrevar las respuestas a las preguntas que se formula,
Anécdotas que le presentan como animar histriónico en las clases, y
hasta dar exámenes sustituyendo al alumno verdadero….Lo cierto y
asombroso es que Enrique NO REGISTRA EXAMENES NI NOTAS EN
ESE PRIMER AÑO…NO LO APRUEBA NI LO DESAPRUEBA…E
INSCRIPTO EN EL SEGUNDO AÑO NORMAL….ABANDONA LOS
ESTUDIOS.
El que luego será llamado el filósofo, el profeta de los dolores y angustias
de su tiempo…es apenas un alfabeto primario.!
Quizas Enrique se acordara de esta circunstancia para escribir en su tango
QUE SAPA SEÑOR, la siguiente advertencia:
Que sapa Señor? Que ya no hay Borbones?
Las minas se han puesto peor que los varones
Y embrollan al hombre que tira bolea
Lo ven errar lejos a un dedo del sapo
Y en vez de ayudarlo lo dejan colgao…
Y NADIE COMPRENDE SI HAY QUE IR AL
O HABRÁ QUE CERRARLOS PARA
COLEGIO
MEJORAR.
Q e propuesta tan audaz…pero que, a la vez pone en crisis los objetivos y
los contenidos de la educación escolar….cuando nadie lo hace! o se anima
a hacerlo! He aquí su profetismo!
Profundizando lo que se esconde detrás de esas estrofas yo adivino en
Discépolo a un adelantado…¿acaso luego no lo van a suscribir y desarrollar
Pichón Riviere y Paulo Freire? No me cabe duda que hasta ahí llegó
Discépolo. Y no sólo por estos dos versos….porque allí, sucintamente, está
contenido en germen toda ese pensamiento de la educación popular.
DISCEPOLO: UN ESCEPTICO O UN UTOPICO?
Tradicionalmente lecturas ligeras de su obra habían generalizado una
concepción equivocada de su filosofía, tildándola de tener un contenido
escéptico. Afortunadamente esto ha sufrido una revisión importante.
Para desmentirlo acudimos al dictamen de un hombre ajeno al tango:
Daniel Dei, que estudiándolo desde la filosofía lo define asi: "Discépolo ,
lejos de ser agrio y escéptico, portador de una versión siempre infausta
de nuestra vida nacional y cotidiana pintando personajes trágicos y el
desencanto de la existencia, fue, él mismo, hombre y obra, un torrente
esperanzador que clamaba contra las caricaturas y el fariseísmo de la
existencia. En otras palabras, Discépolo es un filósofo de la esperanza"
O el testimonio de un hombre reconocido en el áurea de la cultura y el
tango, don Ricardo Ostuni: "Discépolo, como Cesar Vallejo, fueron el
hombre que huye de las cotidianas miserias del mundo, y apostrofa, clama
y vocifera buscando el bien, porque todavía guarda una esperanza…"
La esperanza y la redención de los males como valor filosófico de vida
y aún como pauta teológica está omnipresente, subyacente en toda su
producción no sólo tanguera sino también teatral.
Por ejemplo en Tormenta
seguirte…Dios!
……………….
Muéstrame una sola flor
Que haya surgido del esfuerzo de
Para no odiar al mundo que me desprecia
Porque no aprendo a robar..
Entonces de rodillas
Hecho sangre en los guijarros
Moriré Señor
Feliz con vos!
La parusía como expresión final de la esperanza borra toda señal de
escepticismo.
Discépolo es el idealista que pinta el ideal…no desde la propositiva
del proyecto de vida…sino desde la vereda del mal; no como el ideal a
alcanzar sino mostrando la contracara del bien, y presentando la realidad a
la que hay que transformar, desde el tumor con pus que aquella destila.
Quizás sin pensarlo, ni pretenderlo, pero recibiendo por ósmosis todo
eso dolor, Enrique será el vate inigualable del dolor, de la soledad…y del
abandono de la humanidad.
ES CIERTO LO QUE SE DICE DE EL COMO UN PESIMISTA?
Tengamos en cuenta la definición de pesimismo: "es la propensión a ver y
a juzgar las cosas por su aspecto mas desfavorable".
Definición incompleta, si consideramos que el pesimismo siempre lleva
como destino, la impotencia, o un estado de queja eterna
Estéril, pues no es transformadora de la realidad que está definiendo como
negativa. Es el negativismo absoluto.. No hay lugar para la esperanza ni
para la utopía…No puede convivir con ninguna de éstas.
El secreto está en ver el aspecto mas favorable de la realidad
desfavorable!...No en negar esa realidad, sino en rechazarla y
transformarla.
Podríamos recurrir a muchísimos versos de sus tangos para demostrar,
como se hizo anteriormente, el anhelo de esperanza, de redención, de
alcanzar u ideal…pero recurriremos al mismísimo Discépolo, que dijo de
él, lo siguiente refiriéndose a su tango Cafetín de buenos Aires ( 1941
y uno de sus últimos de su autoría total): "Se ha dicho que es un tango
pesimista, pero YO NO INVENTE LA REALIDAD QUE REFLEJA.
YO QUISIERA QUE TODOS SLOS VENCIDOS SUPEREN SU
CONDICION Y SOY PARTIDARIO DE TODOS LOS ESFUERZOS
QUE SE CUMPLEN PARA ELEVAR AL HOMBRE ARGENTINO,
PERO ¿CÓMO ME VAN A NEGAR QUE MUCHOS PORTEÑOS
SOLO HAN TENIDO POR MUCHO TIEMPO AL CAFÉ COMO META
DE SUS VIDAS? ..YO NO DIGO QUE HAYA ESTADO BIEN QUE ASI
HAYA SIDO, PERO YO NO PUEDO NEGAR LA REALIDAD, O ESE
SECTOR DE LA REALIDAD QUE HE PRETENDIDO ABARCAR EN
MI ACUARELA BARRIAL."
A pesar de contar la realidad negativa, en seguida tensa la idea de la
redención (Yo no digo que haya estado bien… Yo quisiera que todos los
vencidos superen su condición…)
Qué lectura del pesimismo tiene esto?
DISCEPOLO Y SU RELACION CON LO TRASCENDENTE
En casi la totalidad de sus 45 tangos se percibe una conexión con lo
trascendente, que se hace explícita en al menos 20 de ellos
como una clave reiterativa de su pregunta…… de su búsqueda de una
respuesta a esas preguntas….de esos misterios que no le hacen cerrar el
circulo de la existencia.
La expresión mas auténtica de esta relación de interrogación,
imprecación, certeza, angustia y esperanza, es su tango TORMENTA que
bien podría ser una página bíblica y leída en los momentos del Introito de la
Misa.
No es una relación conviene aclararlo, convencional, tradicional, a la
manera que estamos acostumbrados a imaginar como una oración dentro de
un determinado recinto y con aprobaciones superiores o rodeada de ritos,
sacramentos, dogmas….encerrada en una estructura religiosa, sino fuera
de ellos, cargada de la fuerza de lo vivencial y de la libertad, a partir de la
ingenuidad de un alma transparente, inquieta y preguntona.-
DISCÉPOLO:…PROFETA?
Deberíamos aclarar bien el alcance y significado de esta palabra.
Popularmente se concibe al profeta, como el que adivina el porvenir, en
una especie de mágica anticipación a los tiempos….
Cabe detenerse a desmitificar esta concepción, porque en realidad esa
adivinación, proviene de la interpretación de señales socio-históricas que
les hace advertir a los pueblos los peligros de determinadas conductas y
políticas….
En realidad no tienen poder de adivinación, sino que mas bien emplean
métodos (científicos o intuitivos) de interpretación de la realidad para
deducir luego por donde van a desplazarse los acontecimientos sociales. En
este sentido son perspicaces, sensibles, inteligentes, y que han conjugado
muy bien las relaciones determinantes entre causa y efecto.
Es en este sentido que Discépolo es nominado como profeta. Plantea
el ideal a alcanzar y a la vez, denuncia las gallas de la sociedad que
pretende alcanzar aquella meta…y grita, y aulla, y muerde para llamar
la atención…y advierte las traiciones que se le hacen a esa redención
ambicionada, querida, soñada…
Profeta es el de la voz distinta….el de la denuncia que nadie ve o se atreve
a hacerlo, el que libremente increpa a Dios sin dejar de reconocerlo, el
que pone en debate los paradigmas de su tiempo porque se hace necesario
transformarlos, el que aulla y a la vez es voz de cariño fraternal…
Lo brillante es que Discépolo usó del tango para hablarle a la sociedad.
He ahí su originalidad y su virtud.!
EL PROTAGONISMO DE DISCÉPOLO
Enrique fue un hombre polifacético que dejó su honda marca en la cultura
del pais. Actor teatral desde adolescente, Autor teatral a los 18 años,
dramaturgo, periodista, conferencista, autor de tangos y de otros géneros
musicales (la mayoría suyas son las letras y la música), director de orquesta
de tango, poeta, guionista de películas, director de cine, actor en sus
películas, fundador de SADAIC, realizó giras internacionales (América,
Europa, Africa) con su compañía teatral y con su orquesta de tangos…
NOMINA DE SUS AUTORIAS MUSICALES
TANGOS: 01 - Bizcochito ( 1924)
02 - Que Va Cha Ché ( 1926 )
03 - Chorra ( 1928 )
04 - Malevaje ( 1928 ) con música de Juan de Dios
Filiberto
05 - Esta Noche Me Emborracho ( 1928 )
06 - Miguelito (o también Pero el Día que Me Quieras) (
1929 ) con letra de García Jiménez
07 - En el Cepo ( 1929 ) (Luego sería condena.
08 - Yira Yira.. ( 1929 )
09 - Alguna Vez ( 1929 )
10 - Soy Un Arlequín ( 1929 )
11 - Confesión ( 1 930 )
12 . Victoria ( 1930 )
13 - Justo el 31 ( 1930 ) (en colaboración con Rai
Radaelli)
14 - Que Sapa eñor ( 1931 )
15 - Sueño de Juventud ( 1931 ) Vals
16 - Secreto ( 1932 )
17 - Porvenir ( 1932 ) instrumental
18 - Tres Esperanzas ( 19333 )
19 - Quien Mas quien Menos ( 1934 )
20 - Carrillón de La Merced ( 1934 ) con Alfredo LePera
21 - S.O.S. ( 1934 ) en colaboración con Francisco Pracánico
22 - Tu Sombra ( 1935 ) vals
23 - Canto de Amor ( 1935 ) vals
24 - Cambalache ( 1935 )
25 - Alma de Bandoneón ( 1935 )
26 - Esperar ( 1936 ) vals
27- Melodía Porteña ( 1935 )
28 - Desencanto ( 1937 )
29- Condena ( 1937 )
30- Con Una mentira ( 1937 ) en colaboración con Scalise
31 - Tormenta (1938 o 1939 )
32 - Cuatro Corazones ( Milonga Candombe ) ( 1939 )
33 - Pasión ( 1940 ) Vals en colaboración con Ferradas Campo
34- Martirio ( 1940 o 1941 )
35- Primavera ( 1941 ) Vals
36 - Infamia ( 1941 )
37 - Uno ( 1943 ) con música de M. Mores
38 - Canción Desesperada ( 1945 )
39 - Sin Palabras ( 1945 ) con música de M. Mores
40 - El choclo ( 1947 ) a pedido de Libertad Lamarque
41 - Cafetín de Buenos Aires ( 1948 )
42 - Fangal ( 1956 ) Letra y Música esbozada por E. S. Discépolo, y terminada por los hermanos Espósito
43 - Mensaje ( 1952 ) terminado por Catulo Castillo
44- Andrajos ( 1959 ) Musica de Discépolo y letra terminada por Alberto Martínez
45 - Fratellanza (También Un Tal Caín ) ( 1966 )
terminado por los hermanso Homero y Virgilio Espósito
OTROS GENEROS:
46 - Súplica ( 1932 ) Canción lírica
47 - Cascabel Prisionero ( 1935 ) Zamba
48 - Noche de Abril ( 1939 ) Zamba
49 - Porque Te Obstinas En Amar A Otro Si Hoy Es
Lunes? ( 1932 ) Fox Trot
50 – Crease o No ( 1932 ) fox trot (colaboración Fco.
Canaro y Roberto Fontaina.
51 - Hip Raa!... ( 1937 ) Marcha
52 - Coctail de amor ( 1940 ) Fox trot - colaboración de
R. Ayala
53 - Amor a lo ajeno ( 1940 ) Fox trot
"
" "
54 – Y fueron Todos Muy Felices ( 1940 ) fox trot "
"
"
55 - en la Luz de Una Estrella ( 1941 ) fox trot –Bolero
Comparada con otros grandes autores, digamos que no es
una producción muy prolífèra…pero
En ella hay temas de una alta calidad poética y filosófica,
que han traspasado los tiempos y los territorios colocándose
en el olimpo de los grandes…Y eso solamente en 50 años
de vida ( en realidad solo 32 desde su mayoría de edad en
que balbuceaba su introducción en la producción cultural)
y además de toda una vida polifacética que le consumía
dedicación y ocupación)
OBRAS DE TEATRO ESCRITAS O ADAPTADAS POR
ENRIQUE S. DISCÉPOLO
01 - Los Duendes ( escrita con Mario Folco ) - 1918
02 - El Señor Cura ( escrita con Miguel Gomez Bao sobre
un cuento de Guy de Maupassant) - 1920
03 - Dia Feriado - 1920
04 - El Hombre solo ( escrita con Miguel Gomez Bao) -
1921
05 - Páselo, Cabo ( escrita con Mario Folco ) - 1922
06 - Mascaritas - 1924
07 - El Organito ( escrita con su hermano Armando) -
1925
08 - Caramelos surtidos 1931
09 - Mis Canciones - 1932
10 - Wunder Bar ( Adaptación de la obra de Herzoc-
Farkas ) 1933
11 - Winter Garden ( Adapatación de Ricardo Hicken de la
pieza de Walters y Callahan ) 1933
12 - Blum (en colaboración con Julio Porter ) 1949
SUS PELICULAS (como director, actor o guionista-
compositor)
01 - Mateo (Adaptación al cine de la obra de Armando
Discépolo ) 1937. Actor y compositor
02 - Melodías Porteñas ( 1937 ) Actor. Libretista y
compositor
03 - Yo No elegí Mi vida ( 1949 ) Actor. Libretista y
compositor
04 - El Hincha ( 1951 ) En Abril de 1951 o sea 8 meses
antes de morir y donde hace cumbre su aspiración de
Convertirse en el Chaplín argentino. Actor y
Libretista.
05 - Cuatro corazones – acá también es el director de la
película y compositor - 1939
06 – Caprichosa y Millonaria - 1940 – Director, Libretista
y compositor
07 - Un Señor Mucamo - 1940 - Director y compositor
08 - En La Luz de Una Estrella - 1941 - director y
compositor. Libretista con su hermano Armando
09 - Fantasmas de Buenos Aires - 1942 - Director.
Libreto con Meaños y Menasche
10 - Cándida la Mujer del Año - 1943 - donde actúa Niní
Marshal. Director y Libreto con meaños y menasché
11 - El alma del Bandoneón - 1935 - Compositor
12 - El Pobre Perez - - 1937 - Compositor
13 - Nace Un amor - 1938 - compositor
14 - La vida es Un Tango - 1939 – Compositor
15 - Confesión -. 1940 - Compositor
16 - Canción _Desesperada (también: El socio) - 1945 –
En Méjico. Compositor
17 - Gran Casino - 1947 – En Méjico. Compositor
18 - Corrientes Calle de Ensueño - 1949 – Compositor
19 - Mi vida Por La tuya - 1951 - compositor
20 - Cortos de Carlos Gardel, en que interviene en el
1930 en diálogo con Gardel que cantará su Yira Yira en
forma incomparable. Son los cortos de Morera, donde
seguramente ha escrito el guión de su corta y festiva
actuación.
DIRIGIENDO SU ORQUESTA TÍPICA REGISTRA LAS
SIGUIENTES GRABACIONES:
01 - Quien Mas Quien Menos – 1936 – canta Tania
02 – A' Favella - 1936 -
03 - Alma de Bandoneón - 1936 - canta Tania
04 - Buen Amigo - 1936 –
05 - De tu Casa a Mi Casa - 1936 -
06 - Donde Hay un Mango - 1936 - canta Tania
07 - Caminito - 1936 - canta Tania
08 - Confesiñon - 1936 - canta Tania
09 - Cambalache - 1936 - canta Tania
10 - Bamboleo - 1936 - canta Tania
11 - Desencanto - 1937 - Canta Tania
12 - Un Reproche - 1937 . Canta Tania.
TRAZANDO LA CLAVE O HILO CONDUCTOR DE
TODA SU PRODUCCION
Voy a intentar una síntesis muy apretada de las claves que
se reiteran en la obra de Enrique Santos Discépolo,
advirtiendo al lector de mi
poca capacidad de
síntesis….Intentémoslo
En su segundo tango Que Va Cha Ché, (1926, o sea a los 25
años de edad) Enrique nos entrega una profunda visión de la
sociedad de ese entonces, Y la división de ideales de vida
que se cruzan en ella, está prefigurada en la mujer esposa
que pide y exige: guita y mas guita…al hombre que es un
luchador idealista (no tenés colchón..te crees que al mundo
la vas a arreglar vos…piantá de aquí gilito embanderado,
haciendo el moralista sos un secante). Ella, simbolizando
lo que hace el mundo mediocre y materialista, expulsa de
la casa al soñador, al testimonial de una lucha que aun no
ha terminado, igual que esa sociedad que margina a los
transparentes, los buenos, los que miran las estrellas en vez
de contar monedas.
En su tercer tango Chorra (1928 y 27 de edad) con un tono
risueño pero a la vez irónico, usando el ridículo pinta a la
sociedad (vos, tu mama y el guerrero) que envueltos en la
mentira, roban toda ilusión al hombre puro, ingenuo, …
Es un alegato feroz al aprovechamiento con que se timan
a los sueños…Discépolo nos invita a escapar de ese amor
interesado (si lo agarra los da vuelta.. no le da tiempo a
rajar!)…acaso no está demonizando a estos maleantes?
En su próximo tango, Malevaje (1928) y a despecho de que
al autor de la música Juan de dios Filiberto, no simpatizara
finalmente con el texto de los versos, ya Enrique asume el
sentido redentor del amor: Decí por Dios que me has dao,
que estoy tan cambiao.. no me hace falta m as que ir a Misa
e hincarme a reza…No es la redención que acude al rito,a
la ceremonia, sino a lo profundo del ser: Me vi encanao o
finao…y aflojé…me eché a correr…él que era el guapo
del barrio! Cambiao por razón de una mujer que le sacó el
amor de adentro….Adonde está el pesimismo del mundo de
Discépolo?
Y en Esta Noche me Emborracho rescatará la miseria
del amor marginal: "Flaca, Fané y descangayada"….es
la imagen del amor vencido….que te hace pensar: "y
pensar que hace 10 años fue mi locura…que me tuvo
de rodillas….le quité el pan a la vieja, me hice ruin y
pechador"…."que viví de mala fe"….El grito de Discépolo,
aunque no lo diga expresamente, es: rajen de esa mentira
de amor….no traicionen a sus mejores amores…."Y
este encuentro me hizo tanto mal…que esta noche me
emborracho pa' no pensar.." En lugar de hacer una
interpretación pesimista y alienante del amor, está clarísima
la tesis de Discépolo…..el amor equivocado te lleva a lo
ruin….
Yira…Yira ( 1929 – a los 28 años de edad) Es una
imprecación al mundo que es sordo y es mudo, no es una
propuesta de vida de Discépolo, sino una descripción de
la sociedad (no esperes nunca una mano, ni un amigo, ni
un favor) un llamado fervoroso y a la vez profético a la
piedad, a la solidaridad, a la ayuda fraternal….a partir de
una descripción angustiante de la indiferencia del mundo.
Pero…para demostrar su angustia existencial por la
fraternidad…rescato un par de estrofas , que pone en el
éxtasis y al descubierto la ansiedad de Discépolo por la
ternura redentora del abrazo, cantada en este tan go desde
lo profundo de la vibración humana…de lo hondo de un
clamor exhausto:
FRATERNO
Cuando estén secas las pilas
De todos los timbres que vos apretás
BUSCANDO UN PECHO
PARA MORIR ABRAZAO…
En cuatro estrofas condensa el ansia eternal de los hombres:
el abrazo salvador. Y coloca a la fraternidad en el cenit de
la ambición visceralmente humana por encima de cualquier
otra ambición…
Siempre pienso que García Lorca, Machado, Sor Juana Inés
de la Cruz, San Juan de la Cruz, hubieran dado pedazos de
su vida, por haber escrito ellos, esta cuarteta.
Donde queda ese escepticismo, pesimismo…esa visiòn
derrotista del mundo? que le han adjudicado a Discépolo
y con el cual no solo le han hecho mal a su memoria, sino
que han construido sobre él un imaginario social que ha
impedido que sus versos alimenten de pasión y blancura el
alma del pueblo .
Toda esta filosofía se enlaza con su próximo tango: Soy
un Arlequín ( 1929 ) en donde trasunta el alma humana
defraudada: Soy un Arlequin que salta y baila, para
ocultar su corazón lleno de pena…me clavó en la Cruz un
folletín de Magdalena ..soñé que era Jesús y te salvaba…Y
canta lo que todos ansiamos cantar: "viví en tu amor una
esperanza..la inútil ansia de tu salvación…"
El amor allá en lo alto del pensamiento, en lo alto del
amor…..quizás por eso, hay muchas almas que no llegan a
entenderlo a Enrique, porque hay mucho de rastrero en las
almas de las personas.
La salvación por el amor en este mundo, es una de las
claves reiterativas en la poética de Discépolo.
El Tango Confesión ( 1930 – 29 años de edad ) es extraño
porque sale de la temática común de la poesía nacional e
incluso de la internacional. Su tema es la exaltación del
amor en su mas alto grado de inmolación y nobleza para
vivificar al ser amado …..Alguien que se despoja de la
posesión de la mujer amada, para que ésta viva mejor…
"Fue a conciencia pura que perdí tu amor…nada mas que
por salvarte…hoy me odiás..y yo feliz, me arrincono pa'
llorarte!" .."Sol de mi vida, fui un fracasao y en mi caída,
busqué dejarte a un lao".."porque te quise tanto..tanto..que
al rodar, para salvarte solo supe hacerme odiar"…
NO necesita explicación la grandeza liberadora de este
gran amor….Pero para poder escribir esto, es necesario
haber pensado, vivido, soñado una tal situación…y esto
es precisamente lo que hizo Discépolo…alejar siempre la
mediocridad…y apuntar siempre a lo bello…a un mundo
de utopía donde brillara todo lo contrario de lo que él
repudiaba y exponía como llagas en sus versos.
Sólo un profeta es capaz de poner tan casi inalcanzable
ideal.,..tal grado de exigencia…y de abrir surcos en la
negatividad de la vida.
En Sueño de Juventud ( 1931 ) está presente el sufrimiento
y la soledad…porque
el amor muere en un adiós
irreversible, pero que deja como sedimento la nostalgia
del lírico amor primero, y una inmensa ternura evocando
en "mi cielo, tu imagen de ayer"
En qué Sapa Señor? ( 1931 ) apostrofa que la "tierra está
maldita y el amor, engripe, en cama" y responsabiliza
al "hombre que se ha mareao"….y "las minas se ha puesto
peor que los varones"…en un valiente y rotundo mentís a
los valores que este mundo ha sabido construir….
En Cafetín de buenos Aires ( 1941 ) rescata la nostalgia, la
fidelidad de la amistad aunque los amigos se hayan ido, la
vieja..y la desilusión del primer desengaño y el llanto que
riega la soledad
En Secreto ( 1932 ) expone la crueldad de la doblez. La
infelicidad de amores contrapuestos: el de la superficie y
el secreto…y la tensión ineludible que esta situación trae:
una marea de arrepentimiento por el hogar de ternura,
de fe y de sencillez, cambiada por un "bárbaro horror de
problemas"…Pero la debilidad humana presa por la pasión
que "atora las venas y enturbia mi honor" está planteada
como un a maldición: "¿Quien sos muñeca maldita, castigo
de Dios?" …"Por vos a mi mujer la vida he destrozao, y es
pan de mis dos hijos, todo el lujo que te he dao"…
Y que termina con una entrega vergonzante: "No puedo
ser mas vil ni puedo ser mejor…"tu voz que me embrujó, la seda de tu piel
que me estremece y que al latir, florece con mi perdición."
Este contenido demuestra que Discépolo se había tomado
la vida en serio. Si no no se puede escribir esto.
Aquí está toda la gama de la existencia humana: el amor,
la traición, la desesperación, la apelación al suicidio como resolución del
conflicto. Los hijos, el arrepentimiento, la esclavitud de una pasión, y el
tirar por la borda todo lo que se ha construido en pos de sueños que alguna
vez fueron compartidos.
El profeta Job, de haber conocido este tango, pediría
derecho de autor.
En Tres Esperanzas ( 19334 ) ya el título nos habla del
apego de Discépolo a esa espera de un mundo mejor.
Y a su desilusión …pero en ella no cabe " ni el rencor, ni
la envidia…ni el veneno"…desechando así soluciones que no construyen
nada.
En Carrillón de La Merced, queda prendida en la voz de las
campanas toda su sensible emoción….evocadora, nostálgica, tierna….
Y para no hacer mas tediosa esta enumeración, diré que en Primavera,
Quien Mas, Quien Menos, Tu Sombra, Cambalache, Condena, Martirio,
Desencanto, Sin Palabras, y especialmente en Tormenta…se explicita
esa línea coherente del pensamiento y ambiciones, sueños, vivencias de
Enrique, que ofrecen riquezas impensables a quien se asoma a su obra….y
que son tan humanas, tan trascendentes…
Diría que en toda su obra hay una ilación permanente de los grandes
problemas sagrados del hombre: amor, dolor, soledad, decepción, éxtasis,
redención, queja, imprecación, traición, amistad, esperanza, tristeza,
libertad, arrepentimiento, el pus y las llagas de la sociedad, todos como en
función de la gran utopía del abrazo fraternal final .
Todo lo execrable de la vida, Discépolo se lo ha dejado al mundo, y se ha
reservado para sí el cantar la redención, la misma redención que él busca
para sí como expresión y sentido del porqué vivir y para qué.
Sana Fe, 19 de Octubre del 2009-
Raul E. Suffriti Gualtieri
Página Web: Recomendamos ver: Academia Del Tango De La RO del Uruguay
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