por Carlos A. Fasciolo (*)
A principios de año se inauguró en Seúl el Buenos Aires Wine and Tango Bar (BAW&TB). Este es el primer wine shop con vino exclusivamente de origen argentino en Corea que ofrece además música de tango, pista de baile y videos de continua exhibición relativos al turismo, el deporte y la danza de Argentina. El emprendimiento es creación del empresario Park, Yoo Jung, un coreano que vivió muchos años en Argentina y logró un significativo éxito económico.
La inauguración y excelente suceso del BAW&TB es solo una de las manifestaciones de los cambios en los hábitos y costumbres de la sociedad coreana. El vino es un producto tan nuevo que no existe una palabra en hangul, el idioma coreano, para definirlo. Se usa palabra inglesa "wine". Esta circunstancia esta siendo aprovechada por las bodegas argentinas. Pero a pesar del fuerte crecimiento de las importaciones coreanas de vino en los últimos años, Argentina solo participó con el 1,5% de las importaciones totales de 2005.
Las importaciones coreanas de vino de todo origen pasaron de 23,1 millones de dólares en 2001 a 67,7 millones en 2005, es decir un aumentó del 193% y el consumo anual per capita de vino pasó de 0,3 litros en 1997 a los 0,8 litros estimados para 2006, un aumento de 258%, uno de los mas altos del mundo.
Las exportaciones argentinas de vino a Corea se incrementaron de 22.000 dólares en 2001 a un millón de dólares en 2005 -y continúan creciendo en 2006-, con lo cual la participación en las importaciones totales pasó del 0,1% al ya mencionado 1,5%.
En el mismo periodo, Francia, el mayor exportador a este mercado disminuyó su participación del 47,2% al 36,9%, Estados Unidos cayó del 24,5% al 14,0%, España se mantuvo estable y Chile creció del 2,8% al 17,6%.
Como resultado de estas cifras, el ranking de países cuyas exportaciones a Corea aumentaron mas entre 2001 y 2005 es encabezado por Argentina con 4.564%, Chile con 1.723%, Austria 1.250%, Sudáfrica 1.197%, Australia 472% y luego siguen Portugal, Italia, España, Francia y Estados Unidos.
En lo que va del año, las exportaciones argentinas continúan ganado mercado. A principios de mayo tuvo lugar la importante Seoul International Wine and Spirits Expo donde Argentina estuvo muy bien representadas por sus importadores locales. Y la participación de Trivento de manera presencial y con varios y exitosos shows de tango. Vale la pena mencionar los conceptos del Presidente de la Korea Wine and Spirits Importers Association Park Byung Kwon en ocasión de la comida inaugural cuando destacó que el mercado importador coreano de vinos esta en plena expansión y este es el momento propicio para que las bodegas argentinas sienten un precedente de calidad, serio cumplimiento, buen marketing y una “marca país” mediante una actuación conjunta de las bodegas. El desarrollo individual de cada una de ellas no es la mejor estrategia. Una política común les permitiría encarar campañas de promoción en forma más agresiva y económica. El consumidor local, y posiblemente los consumidores de todo el mundo, identifican el vino por su país de origen y no por una determinada bodega o marca de vino.
El marcado interés y curiosidad del consumidor coreano por este “nuevo” producto se observa claramente en el ingreso al mercado de países que no son tradicionales productores o exportadores de vino.
Los importadores locales en general opinan que la calidad de los vinos argentinos puede ser calificada de buena, muy buena y, en algunos casos, excelente. Para ampliar la participación se requiere mantener la regularidad y continuidad en las operaciones y en la promoción para lograr una consolidada presencia en el mercado y en el gusto y paladar del consumidor local.
Los países competidores se han establecidos y afianzado en este mercado mediante algunas de las practicas habituales de promoción como, la participación en ferias y exposiciones, la degustación de vinos, la propaganda en las revistas locales exclusivas, los auspicios a los grupos de aficionados de vinos (club privado, asociación de sommeliers, etc.) y la invitación de especialistas de vino tipo “wine tour” al país proveedor
Sin embargo, las características más importantes de las acciones de promoción comentadas han sido las ya mencionadas de constancia, regularidad y prologada acción a lo largo de varios anos.
Otros productos que se están incorporando rápidamente a la dieta diaria, y para los que valen similares conceptos a los ya mencionados, son los lácteos. Leche entera, descremada, saborizadas, cremas, yogures de todo tipo y quesos son algunas de las novedades que aparecen regularmente en el mercado. Hace solo 5 años atrás, en los supermercados populares solo era posible conseguir el “cheddar slice cheese”, el queso habitualmente utilizado como complemento en los sándwiches de hamburguesas. En la actualidad, en los góndolas de esos mismos supermercados, se encuentra una mayor variedad, aunque muy limitada, de distintos tipos de quesos.
El consumo de quesos en Corea aumentó de 12,5 mil toneladas en 1995 a 71 mil toneladas en 2005. Estas cifras muestran un crecimiento del 468% en 11 años, con crecimientos menores en manteca y leche condensada. Debido a la muy escasa producción láctea local y a la imposibilidad de ampliarla, todo incremento en el consumo de lácteos y quesos se refleja de igual manera en el aumento de la importación. Entre 2001 y 2005 las compras en el exterior de quesos aumentaron un 63%.
Los principales proveedores de queso al mercado coreano en 2005 fueron Nueva Zelanda 27%, Australia 22% y Estados Unidos 18%. Por su parte, Argentina comenzó a participar con exportaciones de 2,5 millones de dólares en 2004 y 8,2 millones en 2005 casi con exclusividad de mozzarella.
Arrastrado por la popularidad de la pizza, aumentaron fuertemente las importaciones de mozzarella. El mismo proceso se produjo con los quesos de pasta dura debido al mayor consumo de los tallarines y las pastas en general (después de todo los tallarines son un invento chino). En consecuencia, los quesos siguen en Corea el camino de otros productos alimenticios de consumo habitual en las mesas occidentales.
El aceite de oliva se suma a esta serie de nuevos productos importados en cantidades crecientes. Las compras coreanas pasaron de 20 millones de dólares en 2003 a 104 millones en 2005. El mercado esta principalmente abastecido por España, 70%, Italia 16%, Turquía 14%, Grecia 4% y crecientes participaciones de Egipto y Túnez. Argentina exportó a Corea 11 mil dólares en 2003 y 70 mil en 2005, bastante menos del 0,1% del total importado ese ultimo año.
Lo destacado es el incremento notable de las importaciones de los tres últimos años, un 150%, cuando el aceite de oliva precedió al aceite de soja por primera vez como aceite comestible. El aceite de oliva dominó el mercado con el 43%, seguido del aceite de soja con el 38% y el de maíz con 14%.
Todo esto sin hablar de la profusión de McDonalds, Burger King, Kentucky Fried Chicken, Baskin Robbins, Dunkin Donuts, además de panaderías con una amplia variedad de productos -inexistentes hace solo 5 o 6 años atrás, al igual que el queso-.
En alguna oportunidad anterior comenté algunos aspectos del desarrollo educativo y económico de Corea, un país que pasó de sobrevivir con 84 dólares anuales per capita en 1964, a disfrutar de mas de 14.000 dólares anuales actuales, solo 40 años después!!
Ese violento crecimiento del ingreso y del bienestar de la población y los esfuerzos oficiales por insertar al país en una economía global, explican en buena medida los cambios que se producen en esta sociedad y que son similares en todo Oriente.
Seúl, Corea, mayo 2006.
(*) Diplomático, Economista, PhD en Relaciones Internacionales.
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