Auge, caída y regreso del dos por cuatro
El tango ha estado presente en la vida artística y en el día a día de Julio Bocca. "Para mí el tango fue una forma de ir creciendo como bailarín", comenta, destacando que Astor Piazzolla es lo que más hondo le llega. "Es algo muy personal, muy fuerte: siempre la música de Piazzolla me hacía mover aunque estuviera con 60 grados de fiebre y una pata rota", exagera.
Ahora, el tango regresó al repertorio del Ballet Argentino, en una producción recientemente aplaudida en Europa, donde impresionó por su pasión y su sensualidad.
"Nos salió un poco lo típico de cuando se hace tango -comenta con modestia Bocca-, que es su historia, desde la llegada de los inmigrantes, con sus diferentes danzas, aportando cada una hasta que surgen las primeras músicas y los primeros pasos del tango. Y desde su formación seguimos su recorrido, la llegada a París, a Hollywood, las variaciones que muchos no consideraron que era tango, hasta el momento que va perdiendo terreno frente a otras músicas, como el rock".
"Y de ahí llegamos hasta ahora, con el tango electrónico, con Bajofondo, y este resurgir que tuvo: personalmente creo que ahora el tango ya está instalado, como música, en todo el mundo. No va a desaparecer aunque aparezcan otras músicas: el tango ya es parte de la historia mundial".
El País Digital
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